Indonesia es una ruta segura a largo plazo

El crecimiento de Indonesia

El crecimiento de Indonesia


 

Entre el Sureste Asiático y Oceanía se encuentran cerca de 17.508 islas que dan forma a la República de Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo que aspira a ser una gran potencia en el futuro.

 

En el presente, algunos de sus desequilibrios macroeconómicos quedaron en evidencia cuando Turquía encendió la mecha que derivó en la primera crisis del año de los países emergentes. Sin embargo, una vez calmadas las aguas, si hay un mercado que está recuperando más rápido que otros el terreno perdido, ése es el de Indonesia.

Su índice bursátil suma un 14 por ciento en 2014, lo que ha catapultado a la categoría de fondos de inversión que apuesta por la renta variable del país a ser la que más se revaloriza en lo que va de año. Detrás, se encuentran signos de mejora de su economía, a la que aún le quedan muchos retos por delante, y un nombre, Jokowi Widodo -el actual gobernador de Jackarta-, el claro favorito para afrontarlos.

Indonesia ha hecho parte de sus deberes. Entre sus logros figuran haber reducido el déficit público por debajo del 3 por ciento, así como la deuda o el déficit por cuenta corriente. Sin embargo, “los desafíos para su economía no se han acabado. Por ejemplo, la mejora del déficit por cuenta corriente se debe a una caída de las importaciones derivadas de un menor consumo doméstico. Las reformas siguen siendo necesarias y todavía no se han implementado totalmente. Tampoco se ha visto un cambio que signifique, por ejemplo, un rebote en las exportaciones”, explica Juan Luis Luengo, responsable de fondos de inversión en Citi.

Quien podría conseguirlo y dar un giro de 360 grados a la economía del país es, en opinión del mercado, el líder del Partido Democrático Indonesio (PDI-I): Jokowi Widodo.”La bolsa empezó a subir cuando se supo que era Joko, como es llamado comúnmente, uno de los candidatos a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 9 de julio. Su perfil pro-mercado y reformista ha calado entre unos inversores, que descuentan ya que de llegar al poder hará lo que haga falta, incluso luchar contra la anticorrupción, para mejorar la situación de Indonesia”, señala Rose Marie Boudeguer, directora del servicio de estudios de Banca March.

En su programa electoral figuran objetivos tan ambiciosos como conseguir superávit presupuestario en cinco años, reindustrializar el país, mejorar la competitividad laboral gracias a una mejora de la educación o fomentar las infraestructuras del país, para lo que pretende destinar entre un 20-30 por ciento del presupuesto a tal fin, muy superior al 11 por ciento actual.

No obstante, aunque Jokowi es el claro favorito, los últimos sondeos pre-electorales le otorgan solo el 19 por ciento de los votos, insufiente para gobernar en solitario. Para ello, necesitaría el 25 por ciento. De no conseguirlo se convertiría “en un arma de doble filo”, según explican en Morgan Stanley, ya que dificultaría encontrar el equilibrio entre los intereses de las distintas fuerzas políticas a la hora de acometer las reformas.

Su crecimiento está en juego De que se ejecuten o no depende la credibilidad de Indonesia en un futuro. “Las reformas deberían completarse durante los próximos 2-3 años para no comprometer el crecimiento a largo plazo”, apuntan desde Citi. La misma opinión comparten en Morgan Stanley, donde aseguran que es esencial que el partido elegido tome medidas para mejorar la competitividad de los sectores no básicos para diversificar los motores de crecimiento del país, que cree normas para regular el mercado laboral de modo que se garantice que los salarios sean proporcionales a la productividad, y que mantengan el tipo de cambio estable -en los últimos meses Indonesia ha devaluado fuertemente su moneda- para fomentar la inversión extranjera en el país.

Por el momento, según los cálculos del actual Gobierno dirigido por Susilo Bambang Yudhoyono -el primer presidente del país elegido democráticamente en 2004 y reelegido en 2009-, Indonesia será capaz de incrementar en un 15 por ciento la inversión foránea en el país, hasta los 38.000 millones de dólares (27.554 millones de euros) gracias a la mejora de la economía global y el aumento del poder adquisitivo doméstico, que impulsará el crecimiento. Por ejemplo, la tasa de personas de clase media ha aumentado en un 56,7 por ciento en los últimos diez años según un informe llamado Una década de desarrollo de bienestar social realizado por la oficina gubernamental de ese país; en el que se recogen datos como que el número de personas que tienen un automóvil ha pasado de los 33.200 millones en 2004 a los 82.400 millones en 2013, es decir, casi se ha triplicado en solo nueve años. O que el porcentaje de indonesios con teléfonos móviles también se ha pasado del 19,94 por ciento al 83,52 por ciento en ese mismo periodo de tiempo.

No obstante, aunque Indonesia lo esté haciendo bien ahora mismo, no quiere decir que el territorio esté exento de riesgo para los inversores. Además del que suscita que no se ejecuten las reformas estructurales, también hay que tener en cuenta la correlación que existe entre su mercado de valores y el rendimiento de los bonos a diez años estadounidense. “Curiosamente, desde mayo de 2013, con los primeros comentarios de la Fed sobre el fin de los estímulos, cuando el interés de los bonos estadounidenses sube, la renta variable de Indonesia baja y viceversa. Creemos que uno de los factores que ha impulsado a la bolsa de Indonesia es la brusca disminución del interés del bono americano, en 35 puntos básicos, en los últimos dos/tres meses “, apuntan desde Morgan Stanley. “Sin embargo, esperamos que éste aumente hasta el 3,55 por ciento en el primer trimestre de 2015, lo que puede revertir la tendencia de la renta variable de Indonesia”, añaden.
 

Fondo global con exposición a Indonesia

 
Desde Fidelity aseguran que aunque existen buenas perspectivas para el país hasta finales de año, después genera incertidumbre por ser un mercado muy volátil. No obstante, “nosotros estamos positivos a largo plazo en los mercados emergentes y en especial en el sureste asiático (China, Indonesia). En nuestra opinión, la historia de crecimiento estructural de estos países a largo plazo está ahí para quedarse”, añaden desde la gestora.

Precisamente, para reducir los peligros de invertir en un país como Indonesia, los expertos aconsejan entrar de forma indirecta a través de fondos de inversión emergentes que tengan exposición allí, en lugar de optar por uno en el que éste cope toda su cartera, como es el caso del Fidelity Funds Indonesia Fund -ver apoyo-. La razón la explican en Citi: “Cuando apostamos por un país tenemos que preguntarnos qué patrimonio debemos tener para que nuestra apuesta sea válida dentro de una cartera global. Indonesia es un 2,7 por ciento del MSCI EM, que a su vez es un 11 por ciento del MSCI World. Por esa razón apostamos más por fondos emergentes globales con una buena selección de valores -como el Fidelity Emerging Markets- y que sea el propio gestor el que compre la compañía en vez de apostar por un país en bloque”, apunta Juan Luis Luengo. Su opinión coincide con la de Rose Marie Boudeguer, de Banca March, que asegura que en estos casos “lo mejor es pasar toda la decisión al gestor”.

Para ello, las vías más seguras son las que ofrecen Rainbow Emerging Markets y el Aviva Investors Emerging Marketing Eq Small Caps B -ver gráfico página siguiente-. La primera opción está aconsejada para quienes busquen mayor exposición a este país, ya que Indonesia supone un 11,66 por ciento de su cartera. En ella, Astra International Tbk, la mayor productora y distribuidora de automóviles del país, que además distribuye coches de Toyota, BMW y Peugeot en el país, es la segunda compañía que más pesa. El fondo adquiriere una calificación de cuatro estrellas sobre cinco para Morningstar y a largo plazo consigue una rentabilidad anualizada que supera el 16 por ciento a cinco años. Entre sus ventajas figura que solo requiere una participación como inversión mínima y entre sus inconvenientes, una alta comisión de gestión del 3 por ciento.

La segunda opción está pensada, por el contrario, para quienes busquen una exposición menor a Indonesia, que pondera un 1,95 por ciento en el producto. Adquiere la máxima calificación de Morningstar y logra un avance superior al 17 por ciento anualizado a cinco años. A cambio de un mínimo de 2.000 euros, el inversor ganará presencia a Asia sobre todo -tanto a la parte emergente como a la desarrollada- a través de sectores como el del consumo cíclico, el tecnológico o el industrial, que son los tres protagonistas de su cartera. Además, la comisión de gestión de este fondo de inversión se sitúa en el 1,7 por ciento.
 

No están de moda

 
A pesar de que nadie pone en duda la historia de crecimiento que esconden los países emergentes a largo plazo, cuando se mira en un horizonte temporal de más corto plazo no sucede lo mismo. Las dudas siguen presentes.
“Como decía Keynes, el mercado es como un concurso de belleza: no gana la más guapa sino la que más votos tiene. Y ahora los emergentes no están de moda, por lo que ahora mismo mantendría la cautela hacia ellos. No obstante, dentro de estos, Indonesia es quién mejor puede hacerlo. Me generan más dudas los países emergentes que dependen de las materias primas, que uno como Indonesia, que se caracteriza por ser manufacturero”, señala Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis.

Fuente: elEconomista.es / Foto: archivo / Selección: JLJM

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